Ignacio Betancourt
[...] Yo tengo un plan a ver qué
les parece. Vamos a aventarnos un secuestro. Paletas. Paletas. Frente a la
cantina el paletero y su sombra se desgañitan muertos de sed. Paletas de leche
y agua. Moretones de viento en el pecho los gritos. De la sombra también.
Tragos de cerveza. Está cabrón. Más tragos. Con tanto secuestro que hay ningún
ricachón anda solo. Ya lo sé si no me creas tan güey. Estuve pensando en
alguien que no traga guardanalgas. A poco piensas secuestrar a uno del barrio y
pedirle de rescate la hija más buena. Me gusta la idea mi Revlon. Luego
vendemos a laruca y nos venimos a poner bien pedos con don Bolas. Soplas. No
marchen estoy hablando en serio. Era verdad. Todas las moscas de La Montaña
estaban quietas.
Tragos
de cerveza. Bueno mi Pifas dinos a quién. Ustedes nomás ténganme confianza. Yo
ya lo pensé y lo repensé. Lo planié todas las noches en la celda. Antes de
dormirme. Cuando sentía más frío. A ver cómo la ven ustedes. Vamos a secuestrar
a la Virgen de Guadalupe. A la reina de México. Sí. A la de la basílica allá en
la capital.
Las
moscas huyeron. En los caracoles de las ventanas del barrio el mar se silenció.
Las flores de las macetas cercanas a la Montaña se estremecieron. Las hormigas
estaban nerviosas.
Calma
tu pedo Pifas. Ni madre yo no me quiero condenar. Chale no sean putos. Va a ser
fácil. Échenle cabeza y verán cómo en un dos por tres nos aventamos. Orale.
Vámonos a la capirucha. Allá la hacemos y nos retachamos de volón.
Eran
como las tres de la tarde. Ya vas.
El
día señalado. Jueves veintitrés de abril. La mañana tiene canas. Quiere decir
que amaneció gris. Pendejo. Todos los pájaros de la ciudad despertaron mojados.
No eran orines. No era el rocío. Eran las lágrimas de los árboles. Güey.
El
Revlon apareció antes de la primera misa. Traía puesta la sotana robada en la
sacristía de San Sebas. Tic-tac. Tic-tac. El reloj principal de la basílica se
detuvo. Tic-ta. Quien lo viera no lo creyera. El Revlon estaba igualito que un
cura.
Llegó
al altar mayor acompañado por dos trabajadores del templo. El Pifas y el
Caguamo con bata y casco y botas y la boca seca. Reseca. El miedo es cabrón.
Resequísima. Con solemnidad y siempre bajo las indicaciones del padre Revlon.
Los ayudantes hicieron su trabajo. Las manos. El pulso. Los latidos. Fríos.
Sudados. Temblorosos. Laboraron.
Afuera
el auto robado fumaba con impaciencia.
Lentamente
la virgen comenzó a bajar del altar mayor a la Montaña. “Miembros de la liga
comunista Comandos del Pueblo secuestran a la reina de México”: EXCELSIOR. Los
tres con un estilo impecable iniciaron la procesión. Pero no podían salir. La
puerta se iba cada vez más lejos. Caminaban y caminaban. En el pasillo sobre la
alfombra conocieron la eternidad. Mientras las bancas a los lados quietecitas
les decían adiós. Adiós Caguamo ganas de llorar. Adiós Revlon ganasdemiarse.
Adiós Pifas ganasdecagarse. Pie derecho pie izquierdo. Pie derecho pie
izquierdo. Adiós. Buena suerte. “A empujones fue subida en una auto la virgen
de Guadalupe”: LA PRENSA. Los escasos fieles de esa hora se arrodillaban al paso
de la comitiva. Con cuidado hijos no vayan a estropear la imagen. Los órganos
de todas las iglesias tocaban una nota al mismo tiempo. “Adoradores de la hoz y
el martillo sin madre dejan a la patria”: ALARMA. Luego de cinco mil aves
marías llegaron al carro. Nadie sospechó
nada. Un limosnero ciego presintió algo cuando al pasar la imagen las nubes de
los ojos se le cayeron. Pudo ver. Al instante la morenita lo volvió a cegar. EL
sol salió para mirar el auto que arrancaba. Todos iban felices. También la virgen
en los brazos del Revlon.
LA
VERSIÓN DE UN TESTIGO:
cerca-de-las-cinco-de-la-mañana-una-docena-de-homvres-armados-hasta-los-dientes-entraron-
de-improviso- al-templo-y- ordenaron-a- los-que-ahí-estábamos-
que-nos-pusiéramos- en-el-piso- arriesgando-mi-vida-
quise-impedir-el-sacrilegio-pero-las- fuerzas-me-fallaron- los-criminales-
eran-altos-y-barbados- y-hablaban-un-lenguaje-extraño. El ciego sabía que no
era cierto.
En
la carretera los postes pasaban hechos la chingada.
Detente.
Detente. No. No me detendré. Ese hogar es mío. Sólo mío. Pi. Pi. Pip. Se
interrumpe la novela. Desde la redacción de noticieros llega una noticia. Hoy a
las cuatro cincuenta de la madrugada la virgen de Guadalupe fue secuestrada. La
reina de México. Sí. La de la basílica en la capital del país. En una nota que
los plagiarios dejaron junto al altar mayor exigen la suma de cinco pesos.
Cinco pesos por cada mexicano católico apostólico y romano. Cantidad que será
entregada al Comité Pro Construcción de la Nueva Basílica. Organismo con quien
los malhechores se comunicarán para fijar el sitio de la entrega del rescate y
la devolución de la Patrona de América. Luego se sigue oyendo “El hogar que me
robé”.
Misióncumplida.
Ya la guardé y don Pepe ni se las olió. Misión cumplida. El carro ya está en la
presa. Se hundió a toda madre. Vamos a echarnos una fría. Misión cumplida.
Hasta dos.
“La
Historia de la Moneda de a Cinco Pesos” CUENTO: Había Una Vez UnaSeñora
QueSeLlamaba DoñaJerónima QueLavaba RopaEnLaCasa DeLaSeñora LópezLaCual PagóLaLavadaConUnaMonedaDeCincoPesos
QueElSeñorLópezObtuvoAlCobrarLaRenta DeLasVecindades
DeSuPropiedadEnUnaDeLasCualesViveDoñaJerónimaQuePagóLaRentaConUnaMoneda
DeCincoPesosQue HabíaGanadoPor BarrerEnElRestaurante LopitosDelCualEs
PropietarioElSeñorLópez. FIN.
Esta
moneda es pal rescate de la virgencita. Y doña Jerónima se fue a formar a la
cola de los apostólicos católicos y romanos. Y mexicanos. Colona serpiente.
Quetzalcóatl múltiple. No mames. Que se viene arrastrando sobre su panza de
suela de zapato. Colísima que repta desde el centro de la ciudad hasta el cerro
del Tepeyac. Que ahí fue donde se puso el Comité. A los costados del colonón se
venden: “voy a pasar lista niños”: Tamal-presente. Atole-presente. Estampita de
la Virgen-presente. Chicle-presente. Rosario-presente. Escapulario-presente.
Chocolate-presente. Vela Bendita-presente. Tacos-presente. Pulque-presente.
Naranja con Chile-presente.
En
la cola todos compran. Mientras el Comité llena y llena y llena costales y
costales y costales de monedas y monedas y monedas como las de doña Jerónima.
Jerónima.
COMUNICADO
CONJUNTO DE AUTORIDADES CIVILES MILITARES Y RELIGIOSAS: “De ninguna manera se
transará con los secuetradores”.
Ta
ra ta ta ra ta ra ra ran. Ta ta ra ra ra ra ran. Pedro Infante en La Montaña.
“Te vi sin que me vieras. Te hablé sin uqe me oyeras. Tus.” Ya ves pinche
Piafas. No quieren darnos la lana. No se me asuste. Así dicen siempre. O a poco
creen que van a dejar que hagamos chicharrón de virgen. Porque si no nos dan lo
que pedimos la quemamos. Pos sí. Sirve que se va al cielo y ya deja de sufrir
con nosotros. Mira mira. Oye güey andan agarrando a un chingo de gente. Cuicos
y sardos se meten a las casas. Todo por nuestra culpa. Train unas ganas de
agarrarnos. Hay que hacer algo. Pobre gente. Silencio. Fumadas de cigarro. En
la oscuridad de la preocupación se prende un foco. El cerebro del Pifas de
setenta y cinco watts. Ya sé.
Noticia
de último momento. Hoy a las diecinueve treinta horas se recibió un comunicado.
Los secuestradores comunican que ante las injusticias que las autoridades están
cometiendo. Según los maleantes aclara el locutor. Al capturar gentes inocentes
con el pretexto de salvar a la virgen. Nos vemos obligados a revelar nuestra
identidad. Qué buena idea pinche pifas. Somos miembros del grupo Banco Nacional
de México. Que mentira más absurda aclara el cabrón locutor. Que ante los
problemas de nuestra cadena de bancos nos hemos visto obligados a salvar
nuestra situación con la ayuda del pueblo de México. De la que se está perdiendo
el Trompas. Seguiremos informando. Entra música.
Clap
clap clap. Pisadas. Clap clap. Los pies desnudos del niño que vende periódicos.
Clap. Sobre las calles las plantas descalzas. Extra extra. Clap clap. La extra.
Clap. “Son arrasadas y quemadas todas las instituciones bancarias del país”.
Clap clap clap. A quemar el dinero que es del diablo. Y tanto fuego hubo que
hasta las monedas ardieron. MORALEJA: El dinero lo tienen los ricos. No sirve.
El
Trompas ya había conseguido municiones. Aunque todavía andaba escondiéndose
extrañaba un chingo a sus cuates. Carajo. Mis cuatitos. Un suspiro azul se le
escapó. Olió a perfume.
Clap
clap. Pisadas. Ya sabes. Clap la extra. “Suicidios colectivos”. San Luis
Potosí, 26 de abril de 1976. Reuter Latin. AP y EFE. La congregación de
adoradores de la vela perpetua voluntariamente decidieron incinerarse como
desagravio por lo ocurrido a la reina de México. Una espesa columna de humo
negro y maloliente oscureció el cielo de la ciudad. Las mujeres morían
entonando el himno guadalupano. Se temen brotes de solidaridad con las
adoradoras. ACLARACIÓN: Ellas aún no sabían que tres potosinos eran autores del
secuestro.
TELEGRAMA
DEL VATICANO: Decreto excomunión plagiarios Patrona de América Punto Pido
respeto para banqueros Punto Unome dolor pueblo mexicano Punto Firmado Paulo Sexto.[...]
En mi opinión...
De
la imaginación de Ignacio Betancourt sale este cuento fantástico donde la
mitología católica y la ideología mexicana se revuelven entre el reflejo de la
sociedad. La cultura, sus creencias y costumbres, así como su estilo de vida se
reflejan de una manera sorprendente y natural a lo largo de todo el relato,
dándole al texto una fluidez enorme, al mismo tiempo de provocar en quien lo
lee la ansiedad de las palabras.
El
rapto de La Virgen de Guadalupe, es la excusa perfecta para llevarnos a los
lugares más bajos y marginales de una sociedad conocida por todos y aceptada
por pocos. El lenguaje, elemento fundamental del texto, es un recuso sumamente preciso en reproducción sonora.
Todos esos “güeyes, putos, miares, etc.” son un parte común del vocabulario de
la clase social que se expone.
La
forma de narrar se vuelve ágil y hasta teatral pues entre el narrar original,
los personajes saltan a contar su versión de la historia, a corregir, a aclarar
las circunstancias que el narrador no es capaz de comprender o transmitir como
los personajes desean que se transmita. Además, la manera de cortar y reanudar
la narración para ofrecer la descripción de las acciones o la ambientación, al
más puro estilo del teatro, le otorgan a la historia un cierto sentido de autonomía,
de pluralidad.
Justamente
es la pluralidad el elemento más destacable de todo el texto, pues argumentos y
lenguaje giran siempre en torno a esta pluralidad, de voces, de acciones, de
pensamientos, de sonidos, de colores, de personajes, historias, sabores y
sinsabores. La voz de los personajes entra, sale, se mezcla y se entrelaza
tantas veces que nos hace dudar sobre quién narra. Las imágenes vienen tanto y
de tantas maneras que resulta un caos ordenado de tal manera que produce los
efectos más deseados de todo lector: la perdurabilidad.
Más
allá del tiempo o el espacio, esta historia es nuestra porque habla de cada uno
de nosotros, de los sacrilegios que quisiéramos cometer, de nuestra identidad
como pueblo mexicano, de todos esos mitos que nos forman. Justamente es la
destrucción de los mitos, muy a nuestra manera, lo que hace de este cuento algo
tan especial.
Les
invito a leer este texto de manera completa, porque como verán aquí sólo
coloqué un fragmento. Vale la pena, cada palabra, desde el inicio hasta la
conclusión de este relato. Les presento a Ignacio Betancourt, un autor y un
texto, que no se han editado en algún tiempo.
muy bueno y pintoresco como te dije no es lo que estoy acostumbrado a leer pero me deja pensando en el infinito numero de formas de pensar que hay escritas listas para ser leidas
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